No a la izquierda...

Hay que dejar bien sentado, la denuncia y la oposición a la izquierda, es en un sentido estrictamente político, económico y social, y no una oposición por cuestión de personas o de religión o por no tener un credo religioso. La ideología izquierdista resulta primero en ser un problema político, porque ella no acepta coexistir con aquellos que piensan distintos, confrontación llevada a la máxima expresión cuando la izquierda impone su supremacía al adueñarse del Estado y obliga a aceptar su proyecto en el campo económico y social.

Aviso:
“QUIENES ESTAMOS CONSCIENTES DE LA GRAN OBRA DEL GOBIERNO MILITAR,
ANULAREMOS NUESTROS VOTOS EN LAS FUTURAS ELECCIONES (DE CONCEJALES),
EN DEMANDA DE LA LIBERTAD DE LOS SALVADORES DE CHILE ENCARCELADOS,
Y POR EL FIN DEL PREVARICADOR ACOSO JUDICIAL EXISTENTE EN CONTRA DE ELLOS”

sábado, 22 de enero de 2011

Un gran e inigualable país llamado Chile.

Las grandes empresas todas con su capital, sus directores, sus accionistas, sus trabajadores, sin excepción, en una economía libre y en democracia son absolutamente necesarias, como así mismo, son tan necesarias las PEYMEs y sus trabajadores. También son básicos en una democracia y en el libre mercado los emprendedores independientes y los trabajadores independientes que no se incluyen en las pequeñas empresas.

Necesario es insistir que todo esto debe suceder en un marco de democracia y libertad de mercado, donde el Estado sea un agente subsidiario y no intervenga en modo alguno en el control del mercado.

Es lo ideal, no obstante en Chile tenemos un problema fundamental.


Las oligarquías, que aspiran constamente a controlar el poder para su propio beneficio, temerosas de que el resto de la ciudadanía se equivoque cuando se trata de manejar la producción nacional y el Estado con sus ingresos.


Porque las oligarquías no confían en la libertad del mercado ni menos en las democracias. Y de alguna manera tienen razón, ya que cuando se trata de definir esta situación, nos encontramos que siempre la pugna ha sido que un sector de esos ciudadanos, pretender socializar el mercado sin poner ni uno, en razón que dicen ser los representantes de las fuerzas del trabajo (¿?).


Ya se entiende hacia donde apunto, en estos tiempos contemporáneos, después de todas las experiencias que hemos vivido, en Chile se han operarado cambios. Ya sabemos lo ocurrido antes del Gobierno Militar y el ex Presidente Pinochet y lo que sucedió en el mismo gobierno.

Después del plebiscito con el que se dió paso, a vivir en plena democracia, la oligarquía económica (dicho sin rubores ni prejuicios) de Chile se ordeno, esto gracias al modelo legado por el Gobierno Militar , y ya segura de los avances en el campo económico, dio paso a lo que todos conocemos: la creación de grandes empresas nacionales y la atracción y el asentamiento de las transnacionales (globalistas), nada malo hasta ahí por lo contrario esta demostrado por cifras macro económicas que el asunto marcha en muchos aspectos y con futuro aceptable.

¿Donde esta lo malo? Repitamos, el gran poder económico no confía en la libertad ni el mercado libre, en verdad por naturaleza son corporativistas, y es entendible, directores dueños del capital y de las compañías tienen que cuidar sus intereses, y esencialmente el corporativismo es una interacción de “grupos”. Mas a Chile le costo recuperar su democracia, también los ciudadanos comunes ya no queremos repetir errores pasados.


Pero ¿y la izquierda? Ellos tienen su razón de ser como enemigos de los “capitalistas”, pero también son corporativistas.

Pues en el cuadro de Chile dejaron de ser los enemigos, ahora la idelogía de la confrontación, la lucha de clases paso a ser un “negocio”. Con los fracasos del socialismo en Chile y en otras latitudes , al fin los izquierdistas chilenos se mostraron tal como son, y enfrentaron la realidad... hay que ganar billetes pero en cantidades... Al fin de cuentas se dieron a la razón de que el crecimiento, el desarrollo, el progreso depende del trabajo, de la inversión de mover capitales.


Pero aquí vino el problema para nosotros el resto de los chilenos comunes, derechistas, centristas, izquierdistas de esos sin adherencia a partidos, los chilenos sin color político. La izquierda y sus comparsas ganaron las elecciones, pero no para tornarse en la solución que trajera el desarrollo y el progreso para todos.


La “alegria”...llegó solamente para la clase política, llenaron ministerios, las cámaras legislativas, y fue creciendo una burocracia estatal que parió, otra oligarquía, una nueva casta, los políticos y politiqueros, y se adueñaron de aquella parte de la riqueza nacional, que nos correspondía a todos nosotros, los trabajadores, los medianos y pequeños empresarios, y no les fue difícil, porque por un lado, dueños del poder político hicieron de las suyas para que aquello, que nos legó el Gobierno Militar y el General Pinochet, que era una economía abierta de libre mercado y una verdadera democracia, fuera atrapada por el “corporativismo” director de ambas oligarquías.


De la oligarquía económica no existirían quejas de sus actividades, siempre y cuando que cesaran en su empeño de cautivar, de adueñarse, de manejar por ellos mismos el mercado y la sociedad. Más claro , que no sean neo mercantilistas.


Pero de nuestra desgracia, la oligarquía política: esa es la que hay que parar en todos los espectros de sus inmoralidades, malicias, vilezas, iniquidades, falsedades, perversidades, crueldades que persiguen agotar la paciencia del grueso de nuestra sociedad.

Con toda la riqueza natural y humana que existe entre nosotros, no tienen derecho a habernos llevado al lugar donde estamos, un país donde los ricos son demasiado ricos, a costillas de los pobres, demasiados pobres.

Porque hipócritamente esta oligarquía política, y descaradamente, tambien es una aliada del poder económico, ambas se sustentan, se cuidan y se auxilian para subyugarnos, para manipularnos, para sumirnos en el mundo oscuro de consumistas, y borregos que tienen que ir por necesidad donde ellos quieren, borregos que tienen que aceptar lo que ellos nos quieran dar como un beneficio.


En Chile dos grandes empresas son el monopolio mediático de la prensa escrita, ¿donde estan los opositores al GM?, Fortín Mapocho, La Época, diarios regionales por cientos, y las decenas de revistas que circulaban libre y financiadas, con cientos de periodistas que podían escribir artículos, ensayos, libros, especialmente en los últimos años de la “dictadura”, lo que se les antojara.


Lo mismo ocurre con otros medios de difusión. Lo que estoy afirmando es que así como cautivaron otras áreas del mercado, atraparon la media, seleccionaron todo aquello que les ha permitido “lavar el cerebro de millones de chilenos”.


No es de extrañarse que los izquierdistas quieran una “Constituyente”, no es de extrañarse que los borregos de ese sector, lo vean como la salida para ser más democráticos. Y pensar que para ser escuchados tienen que postear en una columna de un conservador derechista, y en un diario esencialmente derechista(¿?).


Felizmente el asunto pasa, entre que un gran porcentaje de chilenos se dió cuenta que la cosa esta mal así, se dió cuenta de que aquí existe la”manipulación mediática” y algunos se están sacudiendo del detergente cerebral y están mirado hacia donde corresponde. También hay que contar con que la oligarquía económica sabe con certeza que sus actuales compañeros de ruta no son de confiar, son veleidosos cuando pierden poder.


La “asamblea constituyente” es un cuento...es parte de la retorica del engaño izquierdista, que de hacerse realidad nos separaría más de nuestra posibilidad de recuperar el lugar que corresponde, y a las mayorías que emprenden y mueven. nuestro gran e inigualable país llamado Chile.

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